miércoles, 8 de febrero de 2012

Bug* Report

Automóviles a combustión interna.
Scooters sin silenciador.
Que se caigan los servidores DNS del proveedor de Internet.
Un calor que antes no se sentía.
El mercado.
Roturas de productos preprogramadas por los fabricantes.
Organizaciones mafiosas y corruptelas.
Suministro eléctrico inestable.
Armas de guerra.
Metaleros de música pop.
Especulaciones futuristas malintencionadas.
Noticias desmoralizantes y degradantes.
Televisión masivamente estupidizante.
Extraterrestres invasores.

Indiferencia ante los Bugs.
Necesidad de reportar Bugs.
Sufrimiento de Bugs.
Organismos productores de Bugs.
Programas con Bugs.
Otros Bugs.
Reprogramación personal para esquivar los Bugs sociales.
Todos los que creen que no se pueden eliminar los Bugs.
Actitudes negligentes respecto de los Bugs.
Bugs escondidos.
Los Bugs invisibles.
El "Big Bug".
Ser capaz sólo de reportar los Bugs.

Decile NO a los Bugs.
Encontrá placer en eliminarlos.

Verás que hay muchos, por todos lados.
Entenderás el por qué de todos los males.
Reescribirás el futuro junto a nosotros.
Dejarás de sentirte impotente.
Afectarás positivamente a tu entorno.
Descubrirás el potencial real de este mundo.

J.-


* Bug: Significa "molestia".

En inglés, "to bug" es un verbo que significa algo parecido a molestar. Por ejemplo "Your little brother is bugging us all.", se traduciría a "Tu hermanito nos está molestando a todos.".

En informática, sin embargo, el uso surge del otro significado de la palabra "bug", que es bicho. El uso de "bug" para hacer referencia a los errores en la ejecución de un programa surgió de una vez en que una almirante (sí, mujer) de la marina de los USA y su equipo de programadores encontraron que el error observado en la ejecución de uno de sus tantos programas era causado por un bicho (creo que una langosta) que merodeaba entre las válvulas de vacío de uno de los roperos de la computadora. Y desde entonces, siempre que algo andaba mal con un programa, decían que tenía "bichos" (bugs). La mujer se llamaba Grace Hopper, por si alguien quiere buscar la historia.

martes, 7 de febrero de 2012

Y entonces... lluvia.

Cansados de quemar dinosaurios podridos refinados, los naftohólicos (ver post anterior) finalmente consiguen que su dios meteorológico les conceda la lluvia.

Entonces, llueve. Y llueve mucho. Porque además de las naturales, llueven (por lo menos) ochenta y un gotas de agua por cada gota de nafta consumida en cualquier máquina de combustión. Y en un litro hay unas veinte mil gotas.

Si no me cree, puede ver la parte "aburrida".


En un litro, caben unas veinte mil gotas.
Un litro de agua pesa un kilogramo. Es decir, que en un kilogramo de agua hay unas veinte mil gotas.

Para elevar la temperatura de un kilogramo de agua en un grado Celsius, se necesita una kilocaloría (mil calorías) de energía calorífica.
El agua puede evaporarse a menos temperatura, pero consideremos el caso extremo.
Suponiendo que el agua de la que partimos está a punto de congelarse...
Para elevar desde 0°C a 100°C la temperatura de 1 kg de agua, se necesitan 100 kilocalorías.
Para que 1 kg de agua se evapore, además de llegar a los 100°C necesita 539 kilocalorías más (calor latente de vaporización).
Entonces, con 639 kilocalorías, evaporamos, por lo menos y con 100% de seguridad 1 kg de agua.
Un kilogramo de agua tiene unas 20.000 gotas, por lo que para evaporar una sola gota se necesitan unas 32 calorías.

Ahora, si la nafta tiene una capacidad calorífica de 35 MegaJoules por litro, es decir, 8.140 kilocalorías por litro, eso significa que cada gota de nafta produce 4,1 kilocalorías de energía.
Si suponemos un motor a combustión interna perfecto, su rendimiento es el 37% (máximo rendimiento posible para una máquina térmica). Es decir que por lo menos el 63% de esa energía, es decir unas 2,6 kilocalorías, se convierte en calor. Y ese calor, seguramente termina evaporando agua en algún lugar.

Consumir una gota de nafta en un motor, entonces, emite 2.600 calorías de calor al medio ambiente. Y si para evaporar una gota de agua se necesitan 32 calorías, el haber utilizado una gota de nafta en el motor produce la evaporación de 81 gotas.


Y esto me hizo pensar... que irónico que los mismos pequeños diluvios se terminen llevando los autos, como si la naturaleza quisiera reducir el estrés térmico. O quizás evitar la fatiga de la logística de las nubes.

Y si todo sigue así, en el futuro tendremos que elegir entre volver a la bici, o esquivar autos en la canoa.

J.-

lunes, 6 de febrero de 2012

Naftohólicos

El chillido de una correa y un par de bocinazos interrumpieron la sinfonía de los varios motores que se oían desde la calle. Y eso era a las once de la noche en un barrio no muy céntrico. Era como si las calles gritaran: "¡Autos! ¡Motos! ¡Y más autos! ¡Y scooters!".

Eso que me hizo pensar en los primeros tiempos después que el viejo Ford se abrió camino a través de las junglas del mercado, e introdujo los primeros automóviles industrializados. Claro que no se hacían automáticamente como los de ahora, y eran relativamente bastante más costosos, y también con más consumo. Pero el punto era que en aquel tiempo supongo era inimaginable que llegasen a existir la cantidad de autos que existen hoy en día. Entonces, nadie se preocupaba tanto por el consumo y el rendimiento.

Hoy los autos (a combustión interna) consumen mucho menos combustible, pero tienen un rendimiento menor al 37%. Eso quiere decir, que por lo menos el 63% de la nafta que compramos, la estamos utilizando para reforzar el calor del verano. No he hecho números mas grandes, porque no me quiero amargar, pero debe hasta influir notablemente en el calentamiento global.

Entonces, son las siete de la tarde un lunes, y querés ir en auto a lo de un amigo. Después de pasar a través de todos los sistemas de seguridad que protejen tu auto (rejas, portones, barreras láser, etc...), siete y cuarto estás saliendo... a cargar nafta. Entonces das varias vueltas hasta que llegás a tu estacion de servicio favorita, y a las siete y veinte te parás al final de la cola (a media cuadra y una bocacalle de la esquina de la estación de servicio), y parás el motor. Esperás tranquilo, y a los dos minutos ves que se acerca el playero.

Claro, vos pensaste que te iba a decir que se acabó la nafta. Pero no, resulta que tienen pero se les colgó el windon y no te pueden cargar. Entonces vas y hacés la cola de otra estación de servicio, y con mucha suerte, como a las ocho menos cinco conseguís llenar el tanque (y vaciar tu billetera). Y entonces podes hacer en esos ultimos cinco minutos, en el auto, un recorrido que a pie te toma unos veinte, veinticinco minutos.

Entonces, escasea porque los dineristas petrolicos quieren que suba el precio. Y la gente se desespera. El funcionamiento interno de las ciudades, y los mecanismos de interconexión, son todos adictos al petróleo. Y lo más grave, es que quienes se dan cuenta de la dependencia, sólo se preocupa por el precio que tendrá que pagar, pero nunca por prender en febrero la calefacción a todo lo que da.

Nosotros nos reímos de los dinosaurios que se extinguieron por un meteorito que cayó del cielo y se asaron. Pero nuestras risas no serán nada comparadas con lo que se van a reír los sapiensólogos cuando nos descubran a nosotros, extintos por no poder dejar de quemar. Ni en verano.

Es evidente que esto en algún momento se tiene que terminar. Y creo que cuando pase, va a ser difícil que estemos preparados.

J.-

jueves, 2 de febrero de 2012

Teorema de la cola del supermercado

Todos conocemos la ley de Murphy sobre las colas de los supermercados:

"No importa a qué caja te cambies, irá más rápido la que dejaste."

Y entonces después ves yéndose a la señora que estaba atrás tuyo antes.
Y decís, qué <adjetivo descalificativo a elección> !

En la vida es peor. Vos tomás un camino, y después no podés ver que hubiese pasado en el otro. Y te quedás imaginando y simulando todos los casos posibles, después adivinando cuál sería.

Por ejemplo, vos tenés una novia. La querés mucho a tu novia, pero pasado un tiempo de relación, te empezás a preguntar si no podría existir algo mejor. Entonces ves la cola de otra chica, y decís quizás esto es mejor. Y entonces das mil vueltas entre una y otra en tu cabeza hasta que decidís dejar a tu novia y cambiarla por la otra mejor. Estás contento, pero al poco tiempo te empezás a preguntar... "uy! y si hubiera seguido con <fulanita>?"

Entonces, luego de meses de crear ilusiones sobre lo que podría haber sido si no hubieses cambiado nada, te das cuenta de que querés eso. Entonces intentás volver con la original. Y hay dos posibilidades. O ella te sigue queriendo a pesar de que arruinaste una hermosa relación cuyo futuro nunca podrá ser igual a lo que hubiera sucedido si no lo hubieras hecho, o ella te corta el rostro.  Y en ninguna de las dos sucede después lo que creías que podría haber sucedido si originalmente no hubieses cambiado nada.

Otro ejemplo es el caso de los tratamientos. Te engripás. ¿Quién no se engripa? Entonces vas al médico y el médico te dice: "Diga Ahhh! ... ... tosa ... ... respire por la boca profundo ... ... Tome estas pastillas, y estas pociones. Le va a hacer efecto en tres días. Pero va a empezar a mejorar ni bien empiece."
Entonces, vos te tomás las pastillas, y las pociones, pasan tres días y no se te pasa. Entonces pensás en volver al médico. Pero te decís, si el tratamiento del médico no funcionó, tendría que ir a otro médico. Y entonces vas a otro médico, y el médico te pregunta: "¿Qué anda pasando?", y vos le decís "creo que tengo gripe, me arde la frente y me chorrean los mocos.", entonces te mirotea un poco y te receta otro tratamiento. Pero nunca le dijiste que estuviste tomando las otras cosas, y cuando te despertás al día siguiente de haber empezado el nuevo tratamiento tenés ronchas por todos lados.

Y quién no conoce el famoso "costo de oportunidad", de los negocios. Tenés diez pesos, y decís "lo invierto en una lata de atún", esperando que el atún suba, y al día siguiente ves la misma lata a cinco pesos. Y para colmo, ya no tenés los diez pesos para aprovechar ahora esa terrible oferta. Aunque en este caso si se puede ver lo que habría pasado.

De cualquier manera, mi punto es que los cambios son peligrosos. Y hay mucha gente que termina teniéndoles miedo. Y quizás esté bien que teman.

J.-